14/12/09

PROBLEMA DE CONCIENCIA

La foto, a buen tamaño, ocupa el centro de la portada de mi periódico: a Silvio Berlusconi le han atizado, en plena cara y con potencia, con un souvenir metálico del Duomo. Impresiona ver desdentado su rostro incrédulo y dolorido.

PRIMERA REACCIÓN MENTAL:

-¡Qué salvaje el que le ha dado semejante golpe!. Podía haberlo matado o dejado tuerto...

SEGUNDA REACCIÓN MENTAL

Sin previo aviso siento debajo de la nariz el malévolo cosquilleo de una sonrisa, apenas perceptible pero en ligero crescendo y que, para mi sorpresa, está en mi propia cara. Varios pensamientos juguetones rebotan por libre, como duendes revoltosos, por dentro de mi cabeza:
-Que puntería ha tenido el fulano que se lo ha lanzado.

-Desde luego, el hecho no está bien... pero, ya que ha ocurrido, ¿a quién mejor que a Berlusconi?

-No le va nada mal una lección.

-Que sepa también lo que es sufrir .

-¡Ya esta bien de prepotencia, tio!

-¡¡¡ YIOXCN,-LLf !!!

TERCERA REACCIÓN MENTAL:

-Por lo que me conozco puedo casi asegurar que si yo fuera rico y poderoso (gracias, Dios mío, por haberme mantenido a raya en la justeza) sería, como mínimo, un impresentable egoista orgulloso.

-Soy un animal aplaudiendo la violencia. ¿Dónde se han ido mis ideas de paz y mis mensajes de concordia?. Si apruebo -y encima, con regocijo- la agresión a Berlusconi, rico, poderoso y mujeriego, sólo porque su prepotencia me cae mal, ¿qué se puede esperar de mi cuando me toque "perdonar las ofensas" o eso más dificil todavía de "amar a los enemigos"?


¿Como puede una sóla noticia de prensa desencadenar reacciones tan contradictorias y casi poner patas arriba principios que creía arraigados?.

Poco a poco los duendes revoltosos han ido saliendo, a regañadientes, de mi cabeza .