16/11/12

La Cigale et la Fourmi

La Cigale, ayant chanté
tout l'été,
se trouva fort dépourvue
quand la bise fut venue:
pas un seul petit morceau
de mouche ou de vermisseau.
Elle alla crier famine
chez la Fourmi sa voisine,
la priant de lui prêter
quelque grain pour subsister
jusqu'à la saison nouvelle.
"Je vous paierai, lui dit-elle,
avant l'Oût, foi d'animal,
intérêt et principal.
"La Fourmi n'est pas prêteuse:
c'est là son moindre défaut.
Que faisiez-vous au temps chaud ?
dit-elle à cette emprunteuse.
- Nuit et jour à tout venant
je chantais, ne vous déplaise.
- Vous chantiez ? j'en suis fort aise.
Eh bien, dansez maintenant !...
Nuestro profesor de francés se dejó las pestañas con nosotros. 

La prueba de su esfuerzo es concluyente: cuando, una vez más, los que fuimos sus tiernos alumnos volvamos a encontrarnos, cantaremos, en el pulido idioma galo, el Himno de Canadá, la terre de nos aïeux y cuna de nuestro colegio. Y no nos diremos adiós  sin recitarnos la famosa fábula de Jean de La Fontaine que desde entonces reposa, bien protegida del virus de la desmemoria, en lo más profundo de nuestra particular cultura. 

Notre professeur, que puede estar justamente orgulloso de la permanencia inoxidable del poema en nuestra dura mollera, será muy feliz si, allí donde se encuentre, alguien le explica que, además,  nos coló una lección magistral, utilísima sesenta años después.. 

Cuando me reuno con amigos, leo la prensa, veo la televisión o escucho la radio  buena parte de lo que allí hierve lo monopoliza la omnipresente crisis (la otra parte se la lleva el Barça). Personas muy preparadas, catedráticos sesudos, gentes prestigiosas y bien pagadas nos brindan su profundo conocimiento de la cosa económica. Sus opiniones son sabias, bien razonadas, convincentes, pero... absolutamente dispares entre si.

Es al centrarse en la mágica palabra "rescate" cuando sus divergencias se vuelven  estratosféricas. Y sobre el ya debilitado ánimo de los oyentes y lectores desciende una impalpable nube tóxica, en la que vienen, peligrosamente mezclados, la incertidumbre, el temor a lo desconocido y la  depre  ame- nazadora.

Afortunadamente cuando esta bomba atómica se activa mis condiscípulos y yo estamos bien protegidos bajo el paraguas de "La cigarra y la hormiga":

  • Hemos pasado años de alegre y despreocupado verano de cigarra, mientras otros paises del norte imitaban a la hormiga.
  • ¿Puede extrañarnos u ofendernos que ahora nos toque "bailar", y de lo lindo, durante un largo invierno?

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Postdata: ¡Saldremos!